Just like heaven

Estos últimos días fueron mezcla de raras sensaciones que hacía rato creía desaparecidas.
Extrañamente, tengo todo lo que necesito para ser una persona feliz. No me siento angustiada.
No me siento presionada (salvo que tuve que ir a la facu,je), y esa entrañable sensación de paz
vino de visita. Nos miramos largo rato hasta que una se acostumbró a la otra...

Sin embargo, como siempre, no puedo evitar pensar en él. Es cómico cómo cada vez que escribo sobre lo triste que es
sentirse sola, me imagino las mil y un posibilidades que la mayoría de la gente le atribuiría a semejante
catársis. Cuando muchos saben perfectamente a lo que me refiero y solo yo se cómo se siente. No
es por querer ser egoísta. Pero cada experiencia se siente distinto de acuerdo a quién somos, cómo
vivimos, qué nos afecta, y yo he ido más allá muchas veces. Una vez alguien me dijo: " es algo triste,
pero no lo agrandes más de lo que es¨. Y le doy la razón. Por suerte, ya no es tanto ese "nosequé"
que se parece mucho al dolor. Es solo ocasional. Ahora la presencia de esa otra mitad es un poco más dulce,
un poco más prometedora. Nan, ese apodo que inventé para no olvidarme de que fue una persona y que quizá ese nombre es el
que llevaría. Tal vez mi manera de valorar que yo estoy acá es recordándolo. Es hacerme consciente y decir
" boluda, valorá lo que tenés y lo que sos" proque justamente yo pude. Porque nacer es quizás lo único de lo que a veces
me arrepiento pero por no haber podido hacerlo ambos. Y durante meses/años me obsesioné con todo tipo de cuestionamientos que
mostrasen secuelas o huellas siquiera de que habíamos estado juntos. Pero ya no lo necesito. Ese pedacito mío soy un poco yo
misma. Recuerdo esa tarde en la que me largué a llorar con todo. Y entonces alguien me dijo " VOS estás acá. Sos importante para
mí, sabías?". Y creo que es lo mejor que escuché en mucho tiempo. Que la culpa que yo sentí por muchos años se fue en ese
momento y sólo me quedó aceptar que Dios hace las cosas de una manera y sabe porqué. Y en vida quizá nunca lo entienda, quizá
ya no "agrande" más lo que pasó. Quizás ahora recurra a mi propia y única manera de encontrarme con el. Y esa posibilidad es un regalo en sí mismo. Un poco en mis ojos. Ya no
creo necesitar que los demás lo sepan tampoco. Ni cada momento en los que se cruza en el camino. Acá o allá arriba, en mi corazón, somos mellizos igual.