Unas palabras a un conocido me hicieron darle vueltas a la situación inicial. De repente te tiran una piedra e inevitablemente
el vidrio se parte en mil pedacitos. Y estalla. Hacia donde vaya, daña en pequeñas dimensiones que forman ese agujero negro.
La sensación posterior? El famoso boulevard de sueños rotos...
Parecerá desmesurado...pero te morís. De a poco. Mientras el famoso "tiempo" parece o simula darle tratamiento a tu mal,
te morís todos los días. Al despertarte es como si algo te tironeara a desaparecer del mundo. Si no te queda nada. Si lo que te
hacía ver todo despejado se fue al carajo.
El tiempo no cura las heridas. O al menos, no sólo y milagrosamente. Hay un poco de todo. Un "poco mucho" de llanto, un poco de Dios,
de fe ciega en que el padre tiene que ayudar en algo o nos hundimos, mi capitán. O quien sea. Sanar se convierte en la necesidad
más imperiosa y desesperada, como la de agua en pleno desierto. Pero fundamentalmente, y aunque ni yo misma lo crea
más de 1 vez por semana, es justamente nuestra poca fuerza y voluntad en esos momentos la que nos hace pensarlo dos veces. Porque
el puente siempre te espera. Vos optás que hacer. Vos y todas tus estúpidas vivencias anteriores. Todo ese sendero idiota de ilusiones
inútiles. Cosa simple...a dónde te fuiste? Estoy envejeciendo y necesito algo en que confiar... Pero hay algo de sueño. No se cómo. No se
de dónde.
Es más fácil de lo que a veces creo. A todos ( y eso creo que nos toca sin excepción) nos rompieron el corazón una vez. Si cuando
la tormenta y ese supuesto final terminan nos dieramos cuenta de eso, dolería igual. El vidrio está empañado,si. Lloras tres mares juntos,sí.
Pero nos conformaríamos con saber que, aunque sea una reverenda mentira, así como alguna inepta persona te mató en una tarde,
otra va a llegar para que, aunque sea por un segundo, respires de nuevo. 01:01 a.m. 10/02/05

0 Respuestas a “”

Publicar un comentario

.:: Buscar

.:: Participantes

.:: Palabras Sabias




XML