Y otra vez...
Es increíble. Aunque no es trabajoso admitir que sos parte mía (y siempre lo vas a ser), me vi otra vez sacudida por ese extraño temblor de la reminiscencia. Platónica...Se despertó el viejo dolor de las heridas sin cerrar y sonreí, guardando la sensación para no volver a olvidarte. Porque de a momentos parecía que sí, que te había dejado en el primer cajón de mi escritorio. Ni muy lejos ni muy cerca. Lo necesario. Ninguna psicóloga con anteojos y diploma iba a lograr que nos separemos. Yo creí que si. En mi desesperación por tapar toda mi existencia ensombrecida. Ni siquiera un par de tijeras lo lograron. Dios nunca me lo explicó. Cada vez que le pregunto calmadamente si tiene un ratito para hablar de nosotros dos, me contesta que más tarde, quizá. Nosotros dos, porque no soy yo sin vos. Y el más tarde nunca llega. Y ese espacio vacío al lado de mi vida sigue vacío. Un rompecabezas sin terminar. Por eso será que a veces siento que me voy a ir joven? Será por puro deseo inconsciente? Nuevamente siento la obligación de duplicar los momentos. Las infinidades que se cuentan en minutos vaporosos. Otra vez, hacer las cosas dos veces bien. Regañarme dos veces. Acomodarme dos veces más de lo necesario el pelo. Y sin embargo, qué raro fue mirar esa imagen en la tele y descubrir que te había olvidado por un rato. Y entonces, por encima de mi hombro, hubo aire. De nuevo. Y por más que cierre los ojos con fuerza, no siento nada. Cómo me gustaría revolver en mi inconsciente y encontrarte. Un segundo nomás. Unir la mitad de mí, esa mitad ensombrecida, con tu luz. La cicatriz de la mano sigue ahí. No hace falta que me preguntes porqué. Los dos somos ese porqué. Los únicos. Pero ahora estoy sólo yo. Mi ángel, nunca exististe... Te robé el número que cantó Dios... y me salvé de la oscuridad. El precio fue dejarte ir a vos. ¿Por qué no te quedaste? Duele querer imaginar. Trato de no apurarme, pero es inevitable. Nuestro abril no me duele tanto, es cierto. No. No me digas que tengo que crecer... No me digas que me tengo que olvidar por un rato... Hagamos esto: Te guardo adentro...dale? Cómo me vas a preguntar eso... Fuiste mi muerte. Pero me diste vida. Y tengo que vivirla por vos.
10/01/05 23:26